martes, septiembre 24, 2013

Awake, ¿estás despierto?

Ahora que ya he terminado de ver esta serie, de temporada única, puedo compartir mis impresiones de la misma. En primer lugar, ha cumplido con las expectativas que me creó el episodio piloto. Sencillamente, me ha encantado. Es más, si hubiera seguido una temporada más, lo más probable es que hubiera acabado siendo un despropósito de aires místicos (al estilo Lost). Mejor así, con final de interpretación abierta.

Porque ahora es el momento de verbalizar teorías.


Soberbio Jason Isaacs, por cierto.

Hic sunt dracones...

viernes, septiembre 13, 2013

La vida sin mí

Es curioso que me siga sorprendiendo que la vida pasa para los demás, incluso cuando no estoy con ellos. Su situación cambia, sus circunstancias se ven afectadas por diversos azares, su percepción de mí cambia con el tiempo; del mismo modo que me pasa a mí con ellos, claro.

Hace poco descubrí que me había convertido en criatura mitológica, a un paso de ser leyenda viva. Mi personaje, como no podía ser de otra manera, es un combo de otros pre-existentes. Resulta que soy una extraña mezcla de Zeus, Medusa y Prometeo. Mi palabra es ley, con sólo una mirada puedo paralizar (de miedo) y soy capaz de obtener valiosos dones de las altas esferas.

Reconozco que, a pesar de la sorpresa inicial, me ha enternecido que me subieran a semejante pedestal. Son adorables, mis patitos. Los echo tanto de menos, y me acuerdo tanto de ellos, que me anima saber cuánto me tienen presente, aunque sea a través de un prisma de adoración y temor.

Va por vosotros, criaturas.


viernes, junio 14, 2013

Comillas al aire

Ironía es que en Rock FM se anuncie la Iglesia Católica1, solicitando el diezmo.

Sarcasmo es la promoción de la misma cadena hablando de que Queen, a diferencia de la Corona, no está en crisis.







(1) Ya sé que es porque están con la Cope, pero no deja de tener su gracia. ¿El rock no era obra de Satán? ¬¬

lunes, mayo 13, 2013

Para antivacunas y gente que pare en bañeras en general

Sé que mis amigas leen este título y se descojonan. Puntualizo. Se ríen de mí. A veces sacan el tema sólo para disfrutar con mi reacción. Se me va hinchando la vena de la frente, la cara se me pone roja de frustración al no poder escupir todas las palabras que se me ocurren al mismo tiempo, gesticulo enloquecida ante lo absurdo de algunas actitudes...

Se supone que uno debe contemporizar. Los hijos de cada uno son responsabilidad de ellos. Cada uno tiene derecho a opinar. No puedes obligar a nadie a hacer lo que no quiere.

Blablabla.

Mi punkismo se desata. Que uno tenga derecho a opinar, no implica que su opinión sea válida ni respetable. Se respeta la integridad de la persona, no las sandeces que dice o piensa. Y en ocasiones es un respeto que ni siquiera se han ganado, pero a mí me criaron para ser educada.

Los padres absurdos que no vacunan a sus hijos por motivos peregrinos me provocan acidez estomacal, tics histéricos y pensamientos que mejor censuro para evitar represalias de las autoridades. No los entiendo, de verdad que se me escapan los motivos de su proceder, su cerrazón ante las consecuencias. No parecen darse cuenta de que no están solos en el mundo. La última idea neo-naturista que se les ha ocurrido no sólo les afecta a ellos y a su prole.

Las enfermedades pueden ser muy perjudiciales, y llegar a provocar la muerte. Muchas enfermedades se contagian. Es un gran logro de nuestro tiempo contar con herramientas que nos ayuden a prevenir al menos una parte, como las vacunas y los antibióticos. Los niños necesitan la mayor protección que podamos proporcionarles.

Parecen ideas de perogrullo, a priori parecería que no hay nadie tan insensato como para refutarlas, ¿verdad? Ja. La estupidez humana siempre aumenta, como la entropía del universo.

Las razones por las cuales alguien decide que lo mejor es no utilizar esas ventajas por las que en otra parte del mundo suspiran me parecen crueles y egoístas.

Y si quisieras ser tan merluzo que prefieres exponer a tus hijos a la posibilidad de la infección, antes que enfrentarte a la posibilidad de cualquier efecto secundario, entonces vete a vivir a un lugar donde haya otros idiotas que piensen como tú. Porque el resto de niños y adultos ven incrementados el riesgo de contagio ante tu falta de raciocinio.


Pero basta de soltar espumarajos sin ton ni son. Si queréis que os expliquen bien un tema, lo mejor es consultar a un experto. Os dejo el vídeo de una convocatoria del blog Las Penas del Agente Smith, donde Margarita del Val ofrece una muy didáctica charla sobre las vacunas:



Por cierto, existe ahora en Madrid una campaña de revacunación de la vacuna contra las paperas (y el sarampión y las rubeolas). Mi consejo es comprobar si estáis o no en el rango de edades afectadas.

Porque los avances científicos son desarrollados por personas, pero las personas son falibles. Y es de sabios rectificar.

viernes, mayo 10, 2013

Apunta. Encuadra. Dispara.

Cuando hagas una foto tienes que hacerte siempre esta pregunta: ¿Qué es lo que realmente quieres sacar? 

Porque muchas veces estamos ante una paisaje precioso, o una escena de enmarcar, pero se nos olvida que nuestro ojo y la lente de una cámara no funcionan igual. El ojo, combinado con el proceso de traducción que hace el cerebro, es mucho más complejo y completo. 

Para reproducir un momento preciso, tienes que elegir. ¿Qué es lo que te ha llamado la atención? ¿La luz? ¿El color de las hojas de un árbol, o el del cielo? ¿El efecto de las sombras en el suelo? ¿Un gesto, o una postura? ¿La expresión de los ojos? 

Con esa idea en mente, encuadras y disparas. 

Éste es un consejo que me dio hace muchos años mi amiga Malala, que en mi mente era una fotógrafa consumada, por mucho que ella se lo tomara a pitorreo:

Ahora que tenemos cámaras digitales, hay que aprovechar y tirar miles de fotos. Por pura estadística, alguna tiene que salir bien.

El caso es que lo recuerdo siempre que hago fotos, sobre todo de paisajes. ¿Qué es lo que quiero que aparezca, en realidad? En alguna ocasión, me asalta el pensamiento cuando me doy cuenta de que trato de fotografiar una emoción, y no una imagen. 

Y lo pongo en práctica también cuando escribo.

Me puede la verborrea escribiendo. Me disperso, me voy por las ramas, hago saltos mentales que sólo son lógicos para mí... Hablando me pasa mucho más, casi nunca acabo las historias que empiezo. Por suerte, escribiendo puedo editarme. Unas veces me sale mejor que otras, la verdad. Empiezo a escribir pensando en contar cualquier cosa. Si tengo pensado el principio, perfecto, pero si la frase estrella está pensada para aparecer a mitad del texto, me cuesta encauzar la historia. Me pasa sobre todo con las ideas que llevan mucho tiempo en mi cabeza. Las he estirado tanto, las he tratado de pulir tanto, que las noto anodinas, gastadas. Otras veces, me doy cuenta de que esa expresión no cuadra con el resto.

¡Me da tanta pena borrar frases! Especialmente las que han estado haciéndome compañía en mi cabeza en modo bucle. Pero entonces me acuerdo de mi consejo práctico: ¿qué es lo que realmente quieres contar? Por eso trato de empezar mis escritos con un título. A la inversa me resulta mucho más complicado. 

Claro que si se piensa bien, el ejercicio es el mismo: ¿qué es lo que realmente has contado?

martes, mayo 07, 2013

Destrozando infancias 101

Recuerdo la estampa con claridad: J, de cinco años, tumbado en el sofá delante de la tele, el asiento de su hermano L desocupado hace rato, en la pantalla pasan los créditos de Pocahontas, con la músiquita melancólica de fondo. Me giro desde el sofá de al lado para preguntarle qué le ha parecido la película. Y me encuentro a mi hermanito con una cara de pena de las que parten el alma, con los ojos anegados en lágrimas:

- ¿Qué pasa, cariño? ¿No te ha gustado? - pregunto alarmada. Ya se me ha ido la mano con la edad recomendada para ver la película. Seguro que piensa que se va a morir o algo...

- Es que... ¡se va! ¿Por qué se va? ¿No se quieren?

¿Qué le respondo? ¿Que comprenden que son de mundos diferentes? ¿Que vivieron su momento y lo recordarían con cariño en el futuro? 

- Bueno, es que él está muy malito y allí no tienen medicinas, tiene que ir a curarse a su casa, - improviso tratando de sonar razonable, al tiempo que procuro recordar la historia en la que se inspira. ¿Se moría? No, ¿no?

- Pero los dos están tristes, ¿no puede ir ella a cuidarle?

- Hombre, es que ahora es la jefa y tiene que cuidar a su pueblo, - añado, poco convincente. Empiezo a recordar que yo también lloré con esa peli, cual magdalena, por muy realista y sensato que me pareciera todo. - Aunque al final ella sí que va a Europa después, - recuerdo de pronto, - lo que pasa es que al final se casa con otro, y no dura mucho tiempo... Es una historia que pasó de verdad, cielo, las historias de verdad no siempre acaban bien...

Obsérvese como me fui enfangando y estropeando el efecto progresivamente y por duplicado. He destruido los cuentos de hadas y le he deprimido con la triste realidad. La angustia de mi hermano ya era absoluta.

- ¿Pasó de verdad? ¿Y no se casaron?

- Ehm... No, es que... Pasaron muchos años, y... Pero se enamora de otro, que también la quiere mucho y con ése se casa y... No pasa nada, cariño, ¡es sólo una peli!

- ¡Pero me has dicho que pasó de verdad! - los lagrimones de pena profunda caen sin compasión por su carita, y decido dejar de hablar porque no hay arreglo posible, claro. Abrazo infinito y confiar en que el trauma sea leve.

La posterior bronca de mi madre fue totalmente merecida. Tuve que revisar severamente mi criterio para elegir películas más allá del "es de Disney, es de niños".

- Mira, pues ya casi la del Rey León la dejamos para el año que viene... Y la de Bambi nunca.

Qué infancia tuvimos...

sábado, mayo 04, 2013

Di adiós con la manita

Las despedidas de soltero/a son una aberración en nuestro tiempo. Como tener una cartilla para el banco (¿are you from the past?) Una reliquia de cuando las parejas se conocían y empezaban a vivir juntas después de casarse. ¿Qué sentido tiene despedirse de una soltería que hace años que no practicas? A veces suponen un gasto comparable al del regalo de bodas, lo cual puede agriar un poco el entusiasmo de los amigos afectados.

No quisiera que hordas de futuros casados me crucifiquen o escupan por decir lo evidente (pero en el fondo me da igual y para algo estoy en mi blog). Está claro que se siguen celebrando porque a veces necesitamos una excusa para juntarnos un amplio puñado de amigos y montar una buena fiesta. Nos vamos dispersando, nos vemos menos, nos asentamos en planes más calmados, más rutinarios... A nadie le amarga un dulce, no?

Mal, muy mal. En primer lugar, es una excusa barata. Para eso están los cumpleaños, que además ocurren cada año y no "una o dos veces en la vida, pero digamos una, ¡una, cariño! que era una broma..."

En segundo lugar está el siguiente problema, y que más evidencia que es una antigualla de costumbre: ¿qué hacen las amigas del novio? ¿Y los amigos de la novia? Pues se fastidian, claro. A no ser que se organice una despedida conjunta, que ya es el colmo del absurdo, porque ni despides la soltería, que claramente no disfrutas, ni pasas tiempo exclusivo con los amigos que no ves desde que iniciaste tu vida en pareja (que ya te vale...)

Y ya la guinda del pastel: el horror de organizar un Magno Evento reuniendo amigos de todas las clases, colores y sabores. Encontrarlos a todos (y atarlos en las tinieb... uy, no, perdón). Que una mayoría acepte un día, o un finde, o un puente. Que se queden satisfechos con los eventos: ni demasiado hortera para los que van casi a regañadientes, ni demasiado suave para los fans acérrimos de estas lides. Que no decidan sublevarse una de las facciones a dos días del suceso y boicoteen y cambien el plan original que tantos quebraderos de cabeza dio. Que los novios no se den cuenta de los tejemanejes y piensen que todos sus amigos de origenes diversos en el fondo se quieren y se aprecian.

E incluso lo más difícil: pasarlo bien al final.


Va una, quedan dos. Que no nos pase nada...

martes, abril 30, 2013

Mashups y parecidos razonables II

En el post anterior, hablaba de mashups: esas canciones que mezclan otras en diferentes combinaciones de melodía, ritmo, letra... Y daba entender que, en muchos casos, había un patrón.

Pongamos por ejemplo uno de mis últimos hallazgos, obtenido de la banda sonora de Pitch Perfect (estrenada como Dando la nota aquí en España). Un grupo de a capella compuesto sólo por chicas 'improvisa' una canción tipo mashup (o remix) con Just the way you are y Just a dream. A mí me encantó, la verdad, pero... ¿Realmente tiene tanto mérito? ¿No será que todas las canciones pop acaban siendo idénticas unas a otras? 

Esta misma pregunta se hicieron el grupo cómico Axis of Awesome y llegaron a la conclusión de que, de hecho, en 4 acordes pueden resumirse muchas canciones1. Curiosamente, la mayor parte de estas canciones han resultado tener mucho éxito de público. Me pregunto si nuestro cerebro estará más predispuesto a ciertos arreglos... But I digress. Para descubrir los títulos de cada una de las 40 canciones, podéis mirar en este vídeo. Aunque si preferís el material original, hay una nueva versión del grupo que ha sido ampliada y está disponible en su web.


Obviamente, AoA no son los primeros en darse cuenta de este hecho, ni los únicos en compartirlo con humor. Antes que ellos, otros cómicos han mostrado a las claras la curiosa proliferación del canon de Pachebel en las canciones actuales. Como Rob Paravonian:


Alguno dirá que muchos músicos han pasado por conservatorio, tienen formación clásica y les afecta a la hora de crear su propio estilo. Aunque lo cierto es que hay gente que le hecha mucho morro y pasa de romperse la cabeza. De ahí surgen los plagios y otros efectos de los taquiones.



(1) Aparentemente, según gente entendida de esa que comenta por el youtube, los cuatro acordes sí son los mismos2, pero la clave varía ligeramente de unas canciones a otras.
(2) En inglés son C G Aminor F, o bien E B C#m A, o aun diría más: 1 5 6minor 4... A mí me suena todo igual de bien porque no tengo ni idea.

viernes, abril 26, 2013

Mashups y parecidos razonables

Encontrar buena música en la radio es toda una hazaña. A lo más que se puede aspirar es a escuchar una canción de esas que enganchan y que te haga gracia un tiempo. Así que, cada vez más a menudo, tengo que recurrir a otras fuentes. El clásico de cotillear las canciones de amigos y conocidos, aunque sólo sea por variar. O el más común de preguntarle a google. Internet está lleno de lugares recomendables para este fin. (Y de lugares terribles, si uno no se anda con ojo.)

Un día encontré por casualidad una canción que me pareció pegadiza y se la puse a una amiga. Se llamaba Soul of fireflies. Riendo, mi amiga me explicó que eran dos canciones mezcladas (Fireflies, de Owl City, y Hey, Soul Sister, de Train). Y entonces descubrí los mashups. Es un mundo muy variado y complejo. A riesgo de inventarmelo un poco, diría que un mashup consiste en usar la melodía de una canción con la letra cantada de otra. No siempre es así, claro. Puedes mezclar muchas canciones en diferentes proporciones, añadirle ritmos, efectos de sonido,... Un popurrí elegante elaborado por un DJ, vamos.

El autor de la "canción mezclada" que he mencionado antes es Norwegian Recycling, y tiene todo un canal dedicado a este tipo de canciones. Hay algunas muy autodescriptivas, como How 6 songs collide, o Wanna be mixin' somethin', en la que además se centra en canciones de un único artista, y otras que cuentan una historia (diferente a las originales) a través de la letra de múltiples canciones, como en Miracles. Lo cierto es que cuanto menos cariño les tengas a las canciones originales empleadas, más se disfrutan estas mezclas.

Una vez que fui consciente de esta modalidad musical, no hacía más que verla por todas partes. Y cuando luego escuchaba las canciones originales, mi cerebro saltaba a la 'siguiente' canción. El caso es que, en muchos casos, los mashups se quedan con lo mejor de cada trocito de canción que usan. Como por ejemplo, en el remix de Kurt Schneider, que remezcla Love the way you lie, Dynamite y Teenage Dream, y que además tiene un cantante bueno, para variar, Sam Tsui.

La fiebre se ha extendido, y existen muchas mezclas incluso entre diferentes estilos. Como Lady Judas, de Wax Audio. Estoy segura de que a muchos les parecerá un anatema haber juntado en una misma canción a Lady Gaga y Judas Priest. A mí me parece una broma fantástica, y que la canción Judas mejora bastante así. Pero claro, es que Painkiller mejora todo lo que toca...




El próximo día os contaré que en realidad la música pop se parece tanto entre sí, que hacer mashups es pan comido.



martes, abril 23, 2013

Verdad verdadera


- ¿Me quieres?
- No, te prefiero.

La posesión o pertenencia de/a otro ser humano no es amor, y desde luego no es una relación sana. El diálogo anterior lo oí en la radio, a principios de mes, por un escritor que estaba siendo entrevistado en un programa. Me pareció la declaración de amor más bonita de todas.

Aquí va la mía: ¡Feliz día del libro!

Si me disculpáis, voy a pasearme por el centro de Madrid con una sonrisa en la cara. ¡Y a intentar conseguir que Molinos me firme el libro!

jueves, abril 18, 2013

Cuentos inconclusos

La Historia Interminable, de Michael Ende, incluía miles de guiños en su narración, que hacían referencia a otras historias "que serían contadas en otra ocasión".

Recuerdo haber pensado varias veces: un día volveré a buscar esas historias y las contaré. Y hete aquí que, por casualidad, cae un libro en mis manos de una escritora que debió de pensar lo mismo, y lo consiguió. La historia de un bosque donde los árboles cantan...

No sé si el libro de Laura Gallego será una ñoñez, o si merecerá la pena, pero me ha picado el gusanillo. ¿Qué fue de los cuatro desiguales mensajeros que llegaron a informar a la Emperatriz Infantil y de la amistad que forjaron? ¿Cómo se hizo famoso el gnomo Enguibuck, cuando avandonó su investigación científica sobre Uyulala? ¿Quién volvió a por Graograman, la Muerte Multicolor, en nombre de Bastian? ¿Cuál fue la discrepancia fundamental entre los Tres Pensadores Profundos del Monasterio de las Estrellas? Y la pregunta más importante: ¿consiguió Bastian volver a Fantasia y enseñar a otros el camino?

Al segundo día atravesaron el País de los Árboles Cantores. Cada uno de los árboles tenía una forma distinta, hojas distintas, distinta corteza, pero la razón de que se llamara así esa tierra era que se podía escuchar su crecimiento como una música suave, que sonaba de cerca y de lejos y se unía para formar un potente conjunto de belleza sin igual en toda Fantasia. Se decía que no dejaba de ser peligroso caminar por aquella región, porque muchos se habían quedado encantados, olvidándose de todo.
Michael Ende

Los genios tienen puntos en común. Sin ir más lejos, Neil Gaiman también regala retazos de cuentos que nunca empezaron en su País de Sueños:

Una ciudad pavimentada con tiempo. Un tren lleno de mujeres silenciosas que traquetea en un eterno crepúsculo. Cabezas hechas de luz. Los grifos no deberían casarse. Los vampiros no bailan. Un hombre que hereda un carnet para la biblioteca de Alejandría. El sol poniéndose sobre el Partenón. Un viejo que poseía el universo y lo guardaba en un tarro de mermelada dentro de un polvoriento armario bajo la escalera. Una sestina sobre el silencio, usando las palabras clave: oscuridad, harapiento, nunca, grito, fuego, beso. Un trocito de cartulina azul.
País de Sueños (The Sandman)
Neil Gaiman

¿Me atrevería a seguir esas historias?

lunes, abril 15, 2013

Transmetropolitan, de Warren Ellis et al.

A dos volúmenes del final de la serie de cómics, y disfruto cada segundo, cada atropello y cada insulto de la cortante ironía que escupe el periodista de gafas asimétricas. Necesitamos un Spider Jerusalem que nos levante del sofá mental y siembre el caos en nuestras vidas, infectadas de corrupción y apatía. Gracias por el préstamo, Iván.

El hombre más peligroso para cualquier gobierno es el hombre capaz de pensar por sí mismo, sin importarle las supersticiones y tabúes imperantes. Casi inevitablemente llega a la conclusión de que el gobierno bajo el que vive es deshonesto, demencial e intolerable, y por lo tanto, si es un romántico, trata de cambiarlo. Y aunque no sea personalmente un romántico, es muy hábil sembrando el descontento entre los que lo son.
H. L. Mencken
Smart Set Magazine
Diciembre de 1919



 Spider Jerusalem

lunes, abril 08, 2013

Kamikazes por el mundo

Siempre me he declarado "niña urbanita", pero aparentemente mi comportamiento no se debe únicamente a haber vivido en ciudad toda la vida. Cada ciudad es única y, en el caso de Madrid y Barcelona, dolorosamente diferentes.

Sin entrar en grandes polémicas (políticas), hay dos aspectos concretos que desesperan al peatón madrileño que se mueve por la ciudad condal. El más notorio es la velocidad de desplazamiento. Como decía una conductora residente allí, parece que van "repartiendo magdalenas". Y ya si eres usuario del transporte público, tu desesperación no conocerá límites. Tus instintos más básicos, perfeccionados tras años de duras pruebas en el metro de Madrid ("¡Vuela!" no es sólo un slogan, es un leitmotiv), te instan a propulsarte en modo marcha olímpica: técnicamente no estás corriendo, porque en algún momento de la zancada al menos uno de tus pies toca el suelo, pero alcanzas velocidades suicidas. Sólo que el resto de pasajeros no.

Sin duda lo más frustrante es no poder trepar frenéticamente por el lado izquierdo de las escaleras mecánicas. La amplia afluencia de turismo que asola Barcelona se deposita lacónica en ese carril sagrado. Más de una vez me he sentido asaltando la torre de algún castillo futurista, apartando a codazos y empellones a viajeros despistados y demás gentes inconscientes, o saltando sobre maletas, bolsas de la compra y niños varios.

El otro aspecto más desconcertante y peligroso es la duración de los semáforos. En la mayor parte de ciudades del mundo, la luz verde del peatón parpadea unos segundos con el objetivo de alertar ante el inminente cierre del disco. Si estás a mitad de cruce, suele dar tiempo a llegar al otro lado a salvo. En algunos sitios, más adelantados, proporcionan incluso una cuenta atrás muy de agradecer. En Madrid, es la señal que indica: "aún puedes empezar a cruzar y llegar al otro lado, deprisita pero sin grandes aspavientos." A veces ni siquiera corremos. En Barcelona, significa: "corre por tu vida, ¡ya!" Parpadea dos veces y se cierra. Game over, man.

Para añadir leña al fuego, cada vez que he intentado compartir mis quejas al respecto con urbanitas no-madrileños, me han interpelado con la inevitable: "Pero, ¿tanta prisa tienes?" Y la sangre de mi yo-kamikaze entra en ebullición. Considero mi derecho inalienable el poder ir correteando por el metro, o cruzar in extremis por cualquier paso de peatones. No necesito un motivo. Mi tiempo es mío y lo malgasto como quiero, no como otros decidan. 

No espero que lo entienda el resto del mundo, pero sé que el reducto de velocistas suicidas no profesionales agradecen que comparta mi Ira. Va por vosotros.

lunes, marzo 18, 2013

El espejo oscuro del alma

No es que no tenga nada que decir, es que no sé cómo hacerlo. 

Paso mucho tiempo con un torbellino de ocurrencias dando vueltas en mi cabeza, y al final... nada. Por alguna razón que no acierto a comprender, cuando volví me impuse la tarea de escribir posts que merecieran la pena. Sea lo que sea lo que eso signifique. Durante un tiempo gané en regularidad, más o menos. El problema es que siento que he perdido frescura. 

Me siento a escribir y me digo: "¿Cómo cuento esta idea?" En lugar de escribir sobre cualquier cosa que se me pase por la cabeza. Este blog no es temático. Solía escribir sin devanarme mucho los sesos. Excepto en los títulos. Es una manía personal, tenían que referirse a algo que me llamara la atención, incluso tiempo después de haberlos escrito, incluso si había olvidado el contenido al que daban nombre. Había post largos, otros más cortos, imágenes o vídeos, cuentos, pajas mentales...

¿Y desde que volví del largo hiato no ha sido igual? Sí y no. Lo cierto es que ahora hago mucho más filtro. Mis descarrilamientos mentales no siempre dan el salto de mi perenne cuaderno de bolsillo a la red de redes. A veces es porque soy más consciente de que me leen, otras porque no me sale compartirlo. Las más de las veces, no los considero dignos.

Cuando volví, quise llevar a cabo proyectos nuevos y grandes ideas. Y terminarlos de verdad. Así que algunos posts se han quedado enquistados en mi cerebro y no encuentran el camino de salida. Me da rabia. No sé si me molesta más que no me salgan, o el hecho de no poder avanzar hasta quitármelos de encima. Porque hay veces en que no acabo de encontrarles el puntillo y los publico de cualquier manera. Un ejercicio en futilidad.

El caso es que he acabado perdiendo el hilo (y la regularidad y la frescura...) Razón por la cual, me he saltado sin contemplaciones el aniversario del blog. Mal, muy mal.

Después de una semana, sigo sin saber qué compartir por aquí, así que he decidido mostrar un reflejo más. ¿Alguien recuerda las maquetas de Leonardo da Vinci? No fue un proyecto fútil más. Hice más. Lo que pasa es que están en deviantArt, junto con otras cosillas al aza(ha)r. Por si alguien siente curiosidad por verlas.

viernes, marzo 08, 2013

Hoy y cada día

Somos lo que vemos y oímos. Nos influencia el entorno, no sólo las personas sino los medios de comunicación, las películas, los anuncios... Hoy quiero compartir un vídeo donde se muestran las consecuencias, y una magnífica actitud de respuesta:



Ser tu propio modelo a seguir. Perseguir tus sueños, no dejarse dominar. Recordar y ensalzar modelos ejemplares, como por ejemplo Marie Curie:




O como Valentina Tereshkova, la gaviota espacial, la primera mujer en el espacio, un rusa que me inspiró desde muy pequeña:

Aquí Chaika. Veo el horizonte, una banda azul claro. Ahí está la Tierra, ¡qué hermosa es! Todo marcha espléndidamente.

Aunque hay que estar alerta. Estamos lejos de la igualdad. Debemos actuar y denunciar cuando sea necesario, como hacen desde Feminist Frequency.


Sin olvidar los grandes y pequeños triunfos. Tenemos motivos para celebrarlo:


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¿Las reconoces?


¡Feliz día a todas!

martes, febrero 26, 2013

El palacio de los horrores

Las palabras "palacio de hielo" automáticamente traen a la mente un halo de misterio y de silenciosa belleza. Con esta idea me llevaron a visitar el Eispaläste cercano a Freiburg, Suiza. En la página web, las fotografías confirman esa preconcepción: nieve, hielo, enigmáticas luces ambientales, carámbanos esculpidos, edificaciones de caprichosas formas, y adorables pingüinos.

pingüinos de día

Fantástico, ¿no?

Fantasmagórico, más bien.

Cierto es que cometimos dos errores de manual: llegamos de día y olvidamos que es un destino familiar. O lo que es lo mismo: es uno de esos sitios que no se debe analizar muy de cerca y que está pensado para críos.

La luz del sol nos permitió acceder a una verdad más profunda que enmascaran habitualmente las luces de colores artificiales.


viernes, febrero 22, 2013

Los nadies y los miserables

Pero reflexionen los que no quieren el porvenir; diciendo no al progreso, no es el porvenir lo que condenan sino a sí mismos. Se crean una enfermedad sombría, se inoculan el mal de lo pasado. No hay más que una manera de negarse a ser mañana: morir.
Los Miserables, Victor Hugo

La especie humana ha avanzado mucho a lo largo del tiempo. Ejerciendo su imaginación, progresa sin cesar. Su compasión lo distingue de otros animales que, a diferencia de nosotros, abandonan a los enfermos, los débiles y los niños a su suerte. Los humanos prosperan porque transmiten sus conocimientos a las siguientes generaciones. Aprenden de sus errores para allanar el siguiente paso a dar.

Y también es cierto todo lo contrario.

Olvidamos que sin afianzar los conocimientos de los que llegan nuevos, sin estimular las ideas que esperan a ser descubiertas, no sólo nos quedaremos estancados. Retrocederemos. Y desapareceremos.

La verdadera división humana es ésta: los luminosos y los tenebrosos. [...]
Por eso gritamos: ¡Enseñanza! ¡Ciencia! Aprender a leer es encender el fuego; toda sílaba deletreada brilla.
Los Miserables, Victor Hugo


Mientras leía Los Miserables recordaba a los nadies. Hay en esa novela personajes que atraviesan la vida como los nadies. Sienten y padecen, pero sus historias nunca serán en mayúscula. Existen en las sombras, olvidados de todos, y sin embargo son más reales que la vida misma. Cuando leemos sobre ellos, nos sumergimos en su mundo y los entendemos. Su sufrimiento, su miseria, nos impresionan con la evidencia de un mundo que ignoramos, pero que conocemos bien. Cualquiera de nosotros podría acabar allí, pero el consenso social dicta que les des la espalda y no pienses sobre ellos más de un momento.

Cuando oí por primera vez la poesía Los nadies, hace muchos años, me impactó profundamente. Frases como "Los nadies, los hijos de nadie, los dueños de nada",  se quedaron grabadas para siempre en mi memoria. Eduardo Galeano escribe así: impacta en lo más profundo y te obliga a pensar. A abrir los ojos, y la mente.




Tenemos derecho al delirio. A pensar. A reinventarnos. Sólo tenemos que reclamarlo.

domingo, febrero 03, 2013

El misterio de la vocal silenciosa

Tom Lehrer es un genio. Especifico. Tom Lehrer es un genio de la sátira, que dedicó buena parte de los años 60 y 70 (principalmente) a escribir y cantar canciones en las que se reía... de todo quisqui, para qué nos vamos a engañar.

Como su propio nombre indica1, es un profesor. De esos que te contagian las ganas de aprender. Lo primero que me enseñó fue que la nueva forma de explicar matemáticas es tan sencilla que sólo un niño puede entenderla. Y es que ahora se premia más comprender lo que estás haciendo, que conseguir la respuesta correcta. Que no digo que como concepto genérico no sea mala idea. Pero llega un momento en que se estira hasta el absurdo: ¿realmente es más importante que el niño entienda que la suma es conmutativa, o que 342 - 173 es 169? Los que hayáis contestado correctamente, podéis quedaros a limpiar la pizarra al acabar la clase.

Otra de sus grandes ayudas a la enseñanza es la fantástica canción que creó con todos los elementos de la tabla periódica. Los que se conocían hasta el momento (1959). El ritmillo es tan pegadizo, que casi apetece memorizarla. ¡No me digáis que eso no es genial!

Así y todo, la explicación que más me impactó fue la de la vocal silenciosa. Uno de los obstáculos más desesperantes de la lengua inglesa es la pronunciación. Cuando aparece una palabra nueva, nunca está muy claro de qué manera hay que pronunciarla, porque hay más excepciones que palabras que sigan cualquier norma. Con lo que nos costó aprender que book se dice 'buc', o que tree se dice 'tri', se quedaron tan anchos con door. Y no me hagáis hablar de blood. Es de locos. 

De niños, rápidamente, aprendimos que la letra 'e', cuando se queda solita al final de una palabra, no se pronuncia. A mí siempre me pareció una pérdida de recursos y tiempo absoluta. Pues resulta que tiene una utilidad tremenda. Concretamente para desenturbiar el caos del y-esto-cómo-se-dice. Por ejemplo, tomemos cap y cape. La primera se pronuncia tal cual se lee, 'cap', pero la segunda se dice 'keip'. ¿Queréis otro ejemplo? Sam y same. Ajá. 'Sam' y 'seim'. Si no estáis sonriendo ahora mismo, no tenéis corazón ni ilusión por la vida.

Eso no es todo. Porque no sólo funciona con las palabras que contengan 'a', también pasa con el resto de las vocales. ¡Es fantástico! Probad con pin y pine: 'pin' y 'pain'. ¿Os cuento mi preferida? Va, con una frase: "A little hug ('hʌg') becomes huge ('hiuch') instantly2."



Un genio. Es un genio.





BONUS:

Porque sé que lo estáis deseando






(1) Lehrer significa profesor en alemán. Exacto, alemán. Como Werner von Braun. Sus sátiras políticas son lo mejor de su repertorio. Algún día podría hablaros de ellas.
(2) Un pequeño abrazo se vuelve gigante al instante. 
(3) Añade simplemente la 'e' silenciosa.

lunes, enero 28, 2013

Magia escéptica

Pocas veces me ha ocurrido que al leer un libro, decida dejarlo a medias. He leído libros muy malos, y aún así los he acabado. Como en la manida analogía del accidente de tráfico: la fascinación por seguir contemplando el horror es superior al argumento racional de "emplea tu tiempo en algo más útil,... como observar cómo crecen las flores."

Reconozco que al principio se trataba también de una cierta compulsión. "Si lo empiezas, lo acabas." Con el tiempo, decidí que mi tiempo era valioso y que el mundo estaba lleno de libros increíbles, como para emperrarme en leer todos los libros de una serie que hubiera empezado, por ejemplo.

Sin embargo, hay uno que me lleva dando una pereza suprema leer: Eldest, la continuación de Eragon. Tanto es así, que me regalaron la edición bonita de los dos primeros libros y, después de varios años de coger polvo en mi estantería, los he registrado en libroscompartidos.com para regalarlos. En un último momento de flaqueza, empecé el segundo libro la semana pasada, pero me estaba destrozando los nervios y me he rendido. Es una de los poquitas veces que he hecho trampa. He hojeado aquí y allá para enterarme del final y fuera.

Es tan previsible. Tan carente de originalidad. Tan collage de otras historias del género (El Señor de los Anillos, mayormente, pero es que hay elementos hasta de Star Wars). Es tan típico todo lo que ocurre... Que me ha sorprendido encontrar este fragmento. 

En una conversación entre el protagonista Eragon y su maestro élfico, el primero le pregunta por la religión de los elfos. Debo aclarar en este punto que las enseñanzas que recibe el susodicho giran en torno a la magia: idiomas perdidos, hechizos, comunión con la naturaleza y todos sus seres. El pack completo. Y va Elrond, digo, Oromis y le contesta:

Creemos que el mundo se comporta según ciertas leyes inviolables y que, mediante un esfuerzo persistente, podemos descubrir esas leyes y usarlas para predecir sucesos cuando se repiten las circunstancias.

Ehm. Espera. ¿Qué...? ¿Soy la única a la que le parece que ésa es la respuesta que daría un científico ante la pregunta de qué es lo que hace? Vale, me ha picado la curiosidad. No hay más remedio que leer el discurso completo. Esto es lo que dice cuando el muchacho le pregunta por el origen del mundo:

Sea como fuere, no puedo demostrar que los dioses no existen. Tampoco puedo probar que el mundo y todo lo que existe no fuera creado por alguna o algunas entidades en un pasado lejano. Pero puedo decirte que en los milenios que llevamos los elfos estudiando la naturaleza, nunca hemos presenciado una situación en la que se rompieran las leyes que gobiernan el mundo. Es decir, nunca hemos visto un milagro. Muchos sucesos han desafiado nuestra capacidad para explicarlos, pero estamos convencidos de que fracasamos porque ignoramos lamentablemente el universo, y no porque una deidad haya alterado las obras de la naturaleza.

Ojiplática perdida estoy. Es algo que uno esperaría encontrar en un argumento de un escéptico. ¡Pero este tío hace magia! Lee las mentes y mueve objetos sin tocarlos. ¿Será una campaña designada a elevar a los magufos y demás pseudocientíficos a un estatus superior? ¿Para que la gente piense que suenan tan sensatos como los que hacen ciencia de verdad?

Tras un par de ejemplos prácticos que desacreditan a otras razas (a lo enanos, qué sopresa), el protagonista está mustio y desolado por esta perspectiva de un mundo frío donde no hay vida después de la muerte. Su mentor le ofrece la siguiente reflexión:

Al contrario, es un mundo mejor. Un lugar en el que somos responsables de nuestras acciones, en el que podemos ser buenos con los demás porque queremos y porque es lo que debe hacerse, en vez de portarnos bien por miedo a la amenaza del castigo divino. 

Se me salta la lagrimita. Excepto por el pequeño detalle de que en el libro se nos ha explicado que este increíblemente complejo pueblo de elfos magos, ateos y cientifistas ha estado huyendo de la confrotación directa con el tirano del país que habitan, a pesar de tener poder de sobra para proteger al pueblo llano del hambre y las guerras que les han asolado durante años. Pero esperad, que el elfo-jedi concluye así:

No te diré qué debes creer, Eragon. Es mucho mejor aprender a pensar con espíritu crítico y que luego se te permita tomar tus propias decisiones, que imponerte nociones ajenas. Me has preguntado por nuestra religión, y te he contestado la verdad. Haz con ella lo que quieras.

Jo, qué bonito. 

Lástima que el muchacho lo descarte de su mente con un: "Pero entonces, la mayoría de los humanos y los enanos se estarían engañando. No puede ser que tanta gente se equivoque." 

A fin de cuentas, es una historia dirigida a gente joven de magia, dragones y un destino predeterminado. Si el protagonista se viera influenciado de repente por estas palabras, sería directamente manipulación. Me pregunto qué aprenderá de su experiencia de primera mano en el mundo. Si comprendiera que tiene la opción de elegir, de pensar por sí mismo, y no que debe actuar conforme a su papel de elegido y blablablá. ¿Cambiaría el cuento? Ésa sí que sería una estupenda lección. Pero no pienso leer más de C. Paolini para enterarme.

jueves, enero 24, 2013

De AMV, crossovers y otros enigmáticos apelativos

Hace mucho tiempo, cuando mi naturaleza friki salía a la luz, me aficioné a lo que en mi cabeza quedaron establecidos como AMV.

Trasteando, recopilaba vídeos creados por y para fans, que usaban material de series y les ponían música de fondo, que a su vez se sincronizaba en mayor o menor medida con las imágenes. Mi alegría era mayor cuanto mejor fuese esa sincronización: gracias al ritmo de la música, o bien porque la letra de la canción condujera la historia.

Éste fue de los primeros

Acabé haciéndome adicta, como no podía ser de otra manera, a los vídeos que realizaban montajes de escenas que nunca habían ocurrido en la serie original. Ya fuera mezclando personajes de mundos diferentes, o creando encuentros y finales más satisfactorios dentro de la misma serie.

En este hay pequeñas trampas, detectables para los que entienden japonés

Como decía, todos esos vídeos para mí eran AMV, es decir, Anime Music Videos. Principalmente porque las imágenes eran de animes, es decir, dibujos animados japoneses. Tardé un tiempo en darme cuenta de que en realidad lo que me gustaban eran los vídeos crossovers. O lo que en lengua vernácula se conoce como vídeos sobre historias cruzadas. Más aún, hay muchos otros términos que engloban el concepto general, pero determinan diferentes matices, como remix, mash-up o fan-vid. Es lo que tiene emplear terminología de algo que no controlas: al final te deja en evidencia.

El descubrimiento de mi estulticia me abrió los ojos a nuevos horizontes. En concreto a los vídeos de series y películas no animadas. Como el que responde a la pregunta que muchos nos hicimos con la saga Crepúsculo: ¿Qué es lo que haría Buffy?

Si lo queréis subtitulado al español, probad aquí

No sé qué opinaréis vosotros, pero a mí me parece que aquí hay un filón. Hay genios ahí fuera esperando ser descubiertos.

domingo, enero 20, 2013

O por qué yo iba siempre con el otro

A pesar de mi amor por los protagonistas de los libros, cuando era pequeña nunca me pasó algo así con los dibujos animados que veía. De hecho, ocurría más bien el efecto contrario. Era empezar Tom&Jerry o cualquier episodio de Silvestre y Piolín, y cabrearme como una mona. Malditos enanos cabezones. ¡Siempre se salían con la suya!

Porque no se trataba de que me cayera especialmente bien el gato correspondiente. No, no. Es que el opuesto me caía como una patada en la espinilla. Deseaba que le pasaran cosas horribles. Que por una vez, ganara "el otro". Pero el que más rabia me daba, sin duda, era el Correcaminos.

El Coyote era un cenizo sin precedentes: no importaba las veces que planificara con sumo cuidado, los increíbles aparatos, trampas y armas de los que se proveyera, ni lo rápido que corriera. El maldito bicho azul siempre se las ingeniaba para sarlir indemne. Suserable...

Veía capítulo tras capítulo, hasta que mis esperanzas de que se invirtieran las tornas se esfumó con el "mic-mic" de fondo. Hasta un día en que uno de mis compañeros del instituto apareció con la camiseta más revanchista que he visto en mi vida.

El Coyote, con un hacha al hombro, media sonrisa y ceja arqueada, se erguía triunfante sobre el cadaver del Correcaminos, apoyado sobre un tocón y cuya cabeza aparecía separada del resto del cuerpo a una distancia irreparable. Se notaba la saña y satisfacción impresa en cada gota de sangre. El mensaje que firmaba la obra era una oda a la felicidad: "Por fin se hizo justicia"

Por más que he buscado la imagen por internet, no he sabido encontrarla. Así que dejo otra un poco más apta para estómagos delicados.

willy coyote and the roadrunner


Y para otras diatribas perturbadoras sobre el mismo tema, os sugiero que paséis por aquí. Somos legión y estamos contigo, |ngenius.

sábado, enero 05, 2013

... Son los padres

Lamento informar de una terrible verdad que quizás os amargue la noche y el día siguiente pero... Esa coletilla que llevamos repitiendo desde hace tanto (siempre que no haya niños pequeños cerca, claro) no es más que una cortina de humo que encierra una verdad aún más fundamental:

Los padres no existen. Son los Reyes Magos.



¡Felices Fiestas!