jueves, abril 18, 2013

Cuentos inconclusos

La Historia Interminable, de Michael Ende, incluía miles de guiños en su narración, que hacían referencia a otras historias "que serían contadas en otra ocasión".

Recuerdo haber pensado varias veces: un día volveré a buscar esas historias y las contaré. Y hete aquí que, por casualidad, cae un libro en mis manos de una escritora que debió de pensar lo mismo, y lo consiguió. La historia de un bosque donde los árboles cantan...

No sé si el libro de Laura Gallego será una ñoñez, o si merecerá la pena, pero me ha picado el gusanillo. ¿Qué fue de los cuatro desiguales mensajeros que llegaron a informar a la Emperatriz Infantil y de la amistad que forjaron? ¿Cómo se hizo famoso el gnomo Enguibuck, cuando avandonó su investigación científica sobre Uyulala? ¿Quién volvió a por Graograman, la Muerte Multicolor, en nombre de Bastian? ¿Cuál fue la discrepancia fundamental entre los Tres Pensadores Profundos del Monasterio de las Estrellas? Y la pregunta más importante: ¿consiguió Bastian volver a Fantasia y enseñar a otros el camino?

Al segundo día atravesaron el País de los Árboles Cantores. Cada uno de los árboles tenía una forma distinta, hojas distintas, distinta corteza, pero la razón de que se llamara así esa tierra era que se podía escuchar su crecimiento como una música suave, que sonaba de cerca y de lejos y se unía para formar un potente conjunto de belleza sin igual en toda Fantasia. Se decía que no dejaba de ser peligroso caminar por aquella región, porque muchos se habían quedado encantados, olvidándose de todo.
Michael Ende

Los genios tienen puntos en común. Sin ir más lejos, Neil Gaiman también regala retazos de cuentos que nunca empezaron en su País de Sueños:

Una ciudad pavimentada con tiempo. Un tren lleno de mujeres silenciosas que traquetea en un eterno crepúsculo. Cabezas hechas de luz. Los grifos no deberían casarse. Los vampiros no bailan. Un hombre que hereda un carnet para la biblioteca de Alejandría. El sol poniéndose sobre el Partenón. Un viejo que poseía el universo y lo guardaba en un tarro de mermelada dentro de un polvoriento armario bajo la escalera. Una sestina sobre el silencio, usando las palabras clave: oscuridad, harapiento, nunca, grito, fuego, beso. Un trocito de cartulina azul.
País de Sueños (The Sandman)
Neil Gaiman

¿Me atrevería a seguir esas historias?

2 comentarios:

  1. He leído a ambos autores (a Gallego y a Ende). De Ende no hay discusión, el tío es el jodido amo de las historias. Es el perfecto maestro de juego para jugar al rol ;)
    Y de lo que he leído de Gallego, sinceramente, puedo darte muy buenas referencias. La chica escribe bien, eso no se discute. Las historias tienen un buen argumento y están bien contadas, y los personajes respiran. Más que eso no puedo decirte, la verdad. Hace tiempo que la leí y mucho no recuerdo sus obras, pero estaban bien.

    Hey, ¿Neil Gaiman no es el que escribió 'Coraline'? ¡Lo he leído! Librito entretenido, lo despaché en un par de horas. Pues una de esas ideas que mencionas —en concreto, la del viejo que guardaba el universo en un tarro debajo de las escaleras— la trata Jorge Luis Borges en 'El Alef', y es un cuento genial. No sé porqué a la gente no le gusta Borges, si es una ternura :P

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  2. Borges y 'ternura' en la misma frase... Qué valor tienes ;)

    Si no conoces a Gaiman, te lo recomiendo encarecidamente. Yo soy muy fan de la serie de novela gráfica Sandman, pero en novela también ha escrito obras estupendas como Stardust o American God. Tengo pendiente una que escribió con el señor Prachett: promete.

    De ella (Gallego) no he leído más, creo que el libro que menciono en el post es de sus primeras novelas, está dirigida a un público infantil/juvenil y me da la impresión de querer modernizar el típico cuento de princesas, dándole una vuelta de tuerca y más poder a la heroína. No me acabó de convencer esa parte, y la narrativa a veces titubea, pero el libro se deja leer, y para el público al que está enfocado me parece acertado.

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