Quizá colocándome entre dos espejos, al contemplar los infinitos reflejos de las imágenes que doy, podré verme como soy en realidad.
sábado, mayo 24, 2008
Así al azar
Me váis a perdonar que ahora vuelque aquí un poquito de esa Iraaa que me asalta a veces. A saber: que a veces desearía llevar un hacha al cine y rebanar las cabezas de los de delante. Que empieza a aparecer una constante en mi vida consistente en dejarme tirada, con la que no acabo de estar de acuerdo. Que odio depender de mi trabajo para todos los aspectos de mi vida.
Y ahora que me siento mucho mejor, decir que he descubierto por ahí que a Joss Whedon le han dejado lanzar otra serie, a finales de año, en la Fox. ¿Le dejarán terminarla? Dollhouse, recordad. Quénervios,oyes.
sábado, mayo 10, 2008
El retonno de la Artista
Los proyectos que iniciaban, quizá debido a este caracter etéreo, no solían pasar de las primeras etapas de desarrollo. Así, cuentos de ficción permanecen a la espera de un verdadero argumento que los lance, grandes sagas cómicas esquivan una y otra vez el necesario final y... este blog quedó un poco huérfano.
Pero, en ocasiones, cuando los planetas realizan un giro aparentemente casual alrededor de sus fuentes de luz y calor, una sensación de indescriptible felicidad inunda el aire que las rodea. Una idea se completa con éxito y... Sai vuelve al blog que Crystal ha mantenido en su ausencia.
La niña pródiga vuelve periódicamente. Y lo hará de nuevo, me lo ha prometido. Sin embargo, esta vez he tomado mis propias medidas para asegurarme de que sea cierto. Tengo dos rehenes...
martes, mayo 06, 2008
Palabras encadenadas, palabras que encadenan
Había una vez un hombre que se comía las palabras. No sabía desde cuando le ocurría, pero le preocupaba cómo se había agravado de un tiempo a esta parte. Un día, tratando de explicar su problema, dijo “azúcar”. Y el café le supo amargo. Desesperado, trató de apelar a la “amistad”. Y se quedó solo.
Anduvo un tiempo así, evitando decir aquello que más le gustaba, sin nombrar aquellos a los que más quería, triste, furioso, temeroso de quedarse sin palabras para siempre.
Finalmente, paseando entre los árboles de un parque abandonado, respiró y se tranquilizó. Sin darse cuenta, dijo en voz alta “silencio”. Y se curó.