domingo, octubre 12, 2008

El pecado de guardar silencio

Hace tiempo, Descalza nos hablaba de un tipo muy curioso: un juez de menores que, aparte de las tareas propias de su cargo, se encargaba de ir dando charlas muy instructivas a padres, educadores y chavales. Emilio Calatayud, que así se llama, también ha escrito un libro (“Reflexiones de un juez de menores”) que incluye un “Decálogo para formar un delincuente”. Si queréis leerlo al completo, visitad la noticia original; para abrir boca, he seleccionado mi top-3:
  1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
  2. Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
  3. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

Menudo tipo, con un par. Lo mejor es escucharle en directo: primera y segunda parte (advertencia: 10' cada vídeo). Si nos explicaran así las leyes, otro gallo nos cantaría.

Me llamó la atención el fragmento literario que leyó al final (este link para los impacientes que no quieran escuchar los vídeos largos). Cuando me meto en estas búsquedas, no paro. Y leyendo los comentarios del youtube, descubrí que se trataba de un bello poema de Martin Niemöller llamado First they came... Por lo visto tiene cientos de variantes, pero el significado último sigue en pie. Los problemas de los demás son los tuyos.
La versión que dejo aquí, sin embargo, no es de este pastor luterano. Pertenece a Vladimir Mayakovsky, un poeta ruso que ya escribió lo mismo un par de décadas antes.
La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín,
y no decimos nada...
La segunda noche, ya no se esconden y pisan las flores,
matan nuestro perro y no decimos nada...
Hasta que un día el más frágil de ellos
entra solo en nuestra casa,
nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
...ya no podemos decir nada.

Porque hablar a tiempo, enfrentarse al problema y solucionarlo, nos ahorraría miles de conflictos. Dentro de casa, del trabajo, de la sociedad que nos rodea y la que está más lejos. Decir la palabra justa en el momento adecuado. Ésa es la sabiduría que deberíamos perseguir.

martes, septiembre 09, 2008

3 en 1

Cacharreando por la web se encuentran cosas de lo más curiosas. Casualmente coincide que mis días fructíferos en internet son los de baja productividad laboral, pero mi jefe aún no se ha dado cuenta y seguro que es más feliz así. El caso es que a veces no hace falta dispersarse mucho: hay ciertas páginas que ya han hecho la ronda por ti y te traen sólo lo más fresco y exquisito. Una maravilla para dispersarse con la crème de la crème.

Hoy ha sido uno de esos días. Y curiosamente nadie me puede acusar de no trabajar, porque estoy compilando. Gracias xkcd. Como decía, he hecho pleno en cuanto a datos relevantes y además se da la casualidad de que ya me interesaban de antes. Y no, lo normal es que no sea así. Al menos en mi caso. Una de esas fuentes de saber recopilado es un clásico: el blog de pjorge (sí, ahí, en la columna de la derecha). Visitar su página suele implicar que las próximas horas voy a estar dando vueltas por varios enlaces, y de ahí pasaré a otros, y así sucesivamente hasta que mi sentido de culpabilidad se ponga a aporrearme la cavidad craneal desde el interior. Ains.

El primer lugar que me llamó la atención fue uno que hablaba sobre el 'debate' creacionismo/evolución. Bueno, en realidad dice que eso que plantean con aterradora vehemencia los estadounidenses con poder sobre la educación es un espejismo que esconde lo que hasta el más tonto se olía: que los fundamentalistas se cuelan por cualquier rendija y nunca tienen bastante, y que darles una mano conllevará a que nos la arranquen de cuajo y la devoren entre grandes aspavientos. Vale, en el artículo ("El creacionismo y la teoría de la conspiración") lo explican mucho mejor y más bonito, pero es esencialmente lo que yo he dicho. Y para los que tengan dudas sobre estos temas, el blog del Paleofreak es de obligatoria visita. Sólo ignorad los post sobre dinosaurios de goma. No preguntéis.

No me puedo resistir a dejaros una perla del tipo éste de La revolución naturalista, abrid bien los ojos y grabáos esto en lo más profundo de vuestras circunvoluciones cerebrales:
La educación, por definición, es una responsabilidad de los padres y las autoridades educativas, y son las instituciones -no los mismos estudiantes- quienes deben responsabilizarse por enseñar debates y ciencias auténticas, no pseudociencias y controversias fabricadas.

¿Estamos? Pues eso.

Mi segunda parada (y fonda) ha sido un poco de carambola. Con la inminente puesta en marcha del LHC, mis oxidados e incompletos conocimentos de la física de lo muy pequeño reclamaban ser adecentados. Y he aquí que vi alguien comentando en un post sobre el bosón de Higgs y piqué. Por supuesto, el comentario era de una oligofrénica profunda, perteneciente a esa especie de trolls que pueblan la red a su antojo. Sin embargo, la página donde explicaban esta partícula, el por qué de la ansiedad por encontrarla y muchas cosas más, era soberbia. Apuntad el Tamiz para futuras referencias. Si mis profesores en la carrera se molestaran en darnos introducciones de este tipo... Me ha gustado especialmente el párrafo final, porque ilustra una realidad del mundo científico que el público general ignora:
Así que puede que la noticia de la detección de esta partícula tan fascinante no sea inmediata, sino que es posible que se anuncien observaciones compatibles con ella, que los científicos vayan calculando probabilidades y combinaciones y, poco a poco, la comunidad científica se vaya convenciendo de que se ha “visto” un bosón de Higgs. También es enteramente posible que no se vea absolutamente nada, que los patrones de partículas producidas en el LHC sean completamente incompatibles con la teoría de Higgs y que haya que buscar otras alternativas (hay físicos que no creen que el campo de Higgs exista). Muy probablemente lo sepamos, en uno u otro sentido, en unos cuantos años.

Sí, niños y niñas, los científicos no sólo no sabemos nada, sino que además disfrutamos con el fracaso porque implica que podemos volver a empezar. ¿Qué mejor juego que el que nunca tiene fin?

Y como no hay dos sin tres, ahí va mi último descubrimiento. Lo he dejado para el final por varios motivos: no es tan sesudo como los otros, probablemente mucha gente ya lo sepa y no despierte interés y, seamos realistas, con lo largo que es éste post, la probabilidad de que alguien se lo lea hasta el final (sin pausa para el baño/café/cigarro) es entre cero y ninguna. Pues nada, que los de Google han sacado un navegador nuevo, que se llama Google Chrome. Muy bien, friki, estaréis pensando, tanta preparación para esto. Pues sí, pero no sabéis el detalle realmente friki del asunto. Se da a conocer el producto ¡¡¡a través de un comic!!! Es una idea genial, no sólo en sí misma, sino porque según acabas de leer (las 38 páginas) te entran unas ganas irrefrenables de probarlo. Y con toda la polémica que han creado, la publicidad está garantizada. Si es que esta gente nos tiene en el bote. ¿Qué decís de dominar el mundo? Je, se os han adelantado.

sábado, mayo 24, 2008

Así al azar

Acabo de venir del cine de ver Iron Man. Y mooola. Me encanta ir a ver una película y que me den exactamente lo que busco. Aunque con Robert Downey Jr. ya tenía suficiente, la verdad.

Me váis a perdonar que ahora vuelque aquí un poquito de esa Iraaa que me asalta a veces. A saber: que a veces desearía llevar un hacha al cine y rebanar las cabezas de los de delante. Que empieza a aparecer una constante en mi vida consistente en dejarme tirada, con la que no acabo de estar de acuerdo. Que odio depender de mi trabajo para todos los aspectos de mi vida.

Y ahora que me siento mucho mejor, decir que he descubierto por ahí que a Joss Whedon le han dejado lanzar otra serie, a finales de año, en la Fox. ¿Le dejarán terminarla? Dollhouse, recordad. Quénervios,oyes.

sábado, mayo 10, 2008

El retonno de la Artista

En los inicios de este blog, existían dos niñas ilusionadas. Una de ellas pasaba más tiempo dentro de su mundo imaginario y navegando por la red de redes que en contacto con la realidad. La otra también poseía un gran mundo interior, y lo plasmaba en infinitos cuadernos de bocetos. Ambas conectaban a la perfección: vivían en un mundo donde reinos soñados en las nubes, niños-lobo, duendes orejudos y miles de seres mágicos y atemporales eran sólo una pequeña pero representativa parte.

Los proyectos que iniciaban, quizá debido a este caracter etéreo, no solían pasar de las primeras etapas de desarrollo. Así, cuentos de ficción permanecen a la espera de un verdadero argumento que los lance, grandes sagas cómicas esquivan una y otra vez el necesario final y... este blog quedó un poco huérfano.

Pero, en ocasiones, cuando los planetas realizan un giro aparentemente casual alrededor de sus fuentes de luz y calor, una sensación de indescriptible felicidad inunda el aire que las rodea. Una idea se completa con éxito y... Sai vuelve al blog que Crystal ha mantenido en su ausencia.

Motero

La niña pródiga vuelve periódicamente. Y lo hará de nuevo, me lo ha prometido. Sin embargo, esta vez he tomado mis propias medidas para asegurarme de que sea cierto. Tengo dos rehenes...

martes, mayo 06, 2008

Palabras encadenadas, palabras que encadenan

Había una vez un hombre que se comía las palabras. No sabía desde cuando le ocurría, pero le preocupaba cómo se había agravado de un tiempo a esta parte. Un día, tratando de explicar su problema, dijo “azúcar”. Y el café le supo amargo. Desesperado, trató de apelar a la “amistad”. Y se quedó solo.

Anduvo un tiempo así, evitando decir aquello que más le gustaba, sin nombrar aquellos a los que más quería, triste, furioso, temeroso de quedarse sin palabras para siempre.

Finalmente, paseando entre los árboles de un parque abandonado, respiró y se tranquilizó. Sin darse cuenta, dijo en voz alta “silencio”. Y se curó.

viernes, marzo 28, 2008

S de Serpiente

... O "Qué lástima que 'verde' no empiece también por s".
Aviso de que este post contiene un número indecente de SPOILERS sobre el último libro de la saga de Harry Potter. Aunque si aún no te lo has leído (y te precias de ser un fan, claro), te mereces que te lo destripen. ¡Que ya ha pasado más de un mes! Y desde la V.O. ni te cuento...


[Escena típicamente inglesa, a la hora del té. Todos sabéis a qué me refiero. Ahora tratad de no poneros nerviosos mientras nos acercamos a cotillear una conversación entre Alan Rickman y J. K. Rowling]
A.R. Estoy seguro de que este personaje esconde algo más de lo que un niño de once años es capaz de transmitir, ¿me equivoco?
[Sonrisa ladina de J.K.R. sobre el borde de su taza humeante]
A.R. Bueno, me temo que para llevar a cabo una correcta interpretación, necesitaré conocer el transfondo de su historia y ponerlo en perspectiva.
[Con esa voz que gasta, ¿quién se le resiste? Ella tampoco, así que inclinada hacia delante, presa de una leve excitación ante la oportunidad de desvelar un secreto prohibido, comienza su relato.
J.K.R. Un poco de información no hará daño a nadie, ¿no?
[Y por escuchar los siguientes minutos de esta conversación, muchos fans habrían matado hace un par de años.]

Obviamente este relato es totalmente ficticio, por mucho que le pongamos la etiqueta "Basado en hechos reales", pero me hace gracia imaginármelos así. ¿Qué pasa? Es mi cabeza, recreo las escenas que me apetecen. Está bien, si queréis saber toda la verdad de 'a santo de qué' viene todo esto, tendréis que seguir leyendo.


A todos aquellos que se pavonean ahora por ahí diciendo:
¿Lo véis? Tenía razón: Snape era bueno.

Leed atentos estas palabras: os equivocáis.

A todos aquellos que con rostro ceñudo murmuran por las esquinas:
Pues... pues... ¡a mí no me lía! Snape era malo.

Leed con cuidado y sin tropezaros: estáis muy confundidos.

Porque Severus Snape no era ni más ni menos que un ser humano (de un relato de ficción, pero eso no viene al caso). Uno capaz de despertar intensas pasiones en bandos opuestos, es cierto. Pero lo que realmente tenía de especial era que su personaje ha sido uno de los más desarrollados en esta saga potteriana. Poseía una compleja personalidad, desvelada con cuentagotas con el pasar de los libros, y sobre todo, al aumentar las miras del horizonte de Harry Potter, que es, a fin de cuentas, el cristal a través del cual se nos muestra este mundo.
Así, vamos descubriendo que Snape no es un murciélago que vive para torturar a sus alumnos; sino que vive torturado por sus acciones pasadas y paga su mal humor con quien puede y tiene a mano. Que no es un hombre frío y sin escrúpulos, capaz de matar sin pestañear; sino que muere un poco cada día recordando un amor que perdió hace muchos años.
Aunque esto es tan cierto así como si lo lees invirtiendo el orden de las frases. La verdad sobre Snape es que era un profesor duro, un alma atormentada, un asesino despiadado y un amante que agonizaba con el recuerdo de lo que una vez fue. Puede serlo todo a un tiempo por la sencilla razón de que vive, piensa y siente. Es más real que esos simplistas que tratan de clasificarle en 'bueno' o 'malo'. Porque el mundo, como ya nos advertía J.K.R. mediante el personaje de Sirius, no se divide en buenos y mortífagos. Y la saga de H.P. está plagada de ejemplos.

A la gente que no entiende cómo adultos hechos y derechos disfrutan leyendo sobre un mundo mágico les digo que no han entendido nada. Esto que leemos no es un mundo mágico totalmente imaginario. Es un cuento. Y como tal trata de abrirnos los ojos al mundo real usando un arma tan sugestionable como la imaginación.
Dejando a un lado los movimientos de varita, las escobas voladoras y los calderos borboteantes, los siete libros de H.P. nos cuentan qué tenemos a nuestro alrededor. Nos hablan del mundo al que debemos enfrentarnos cada día y de lo que podemos encontrar en él si nos fijamos bien. Entre otras cosas, nos encontraremos con personas, la mayoría tan complejas como nuestro querido/odiado Snape. Y nos advierten del peligro de los prejuicios. Decir que alguien es 'bueno' o 'malo' acaba convirtiéndose en algo absurdo y carente de sentido. Es probable que necesitemos algo de perspectiva para enfocar correctamente.


Ya para otro día dejo el comentario acerca de la Gran Pregunta con la que nos acosan a los que hemos leído el séptimo libro: "¿Al final Harry muere o no?". Malditos vagos ignorantes. Me dan ganas de contestarles con un estupendo SPOILER y decirles "sí y no", pero entonces me vería sometida a un interrogatorio sin fin y totalmente infructuoso.
Me encanta porque cuando la Iraaa me posee, me inspira maravillas.

jueves, febrero 07, 2008

El Mal es un Abstracto

Últimamente he estado recopilando películas viejas, de esas que siempre dices "un día tengo que verla". La última ha sido El Pez Gordo, fantástica película de actores (Kevin Spacey y Danny DeVito) y diálogos, donde aparece el monólogo que se adaptó para aquel video clip sobre el protector solar. Las dos que vi antes de ésta eran de Kevin Smith: Clerks y Dogma. Una fue la consecuencia inevitable de la otra: después de conocer a Jay y a Bob el Silencioso, siempre quedan ganas de más. Esperando a que el elefantito me permitiera ver Dogma al completo, trasteé por el youtube en busca de un adelanto. Y encontré esta escena eliminada, que por algún extraño motivo no sale con el audio completo ni siquiera en la Edición Especial en DVD (que sí, que lo dicen ahí). Francamente no lo entiendo, porque pierde toda la gracia escucharla de otra forma. Pero como internet está lleno de servicios públicos desinteresados, un usuario cualquiera puede encontrar la forma de saciar apetitos intelectuales que no sabía que poseía; por ejemplo, gracias a estos amables caballeros que colgaron el siguiente vídeo.



Para los que se pierdan en los matices del idioma anglosajón, alguien se ha molestado en transcribir los diálogos de la secuencia completa. Hélos aquí:

- Human, have you ever been to Hell? I think not. Did you know that once Hell was nothing more than the absence of God? And if you'd ever been in His presence then you'd realize that's punishment enough. But then, your kind came along and made it so much worse.

- Humans aren't capable of one hundredth the evil a shitbag demon like you is.

- Evil is an abstract!! It's a human construct! But true to his irresponsible nature, Man won't own up to being its engineer, so he blames his dark deeds on my ilk. But it's not enough to shadow his own existence, no. He turned Hell into a suffering pit. And why? Because it is beyond your abilities to simply make personal recompense for the sins you commit. No, you choose rather to create a psycho-drama, and dwell in a false belief that God could never forgive your grievous offences.

So you bring your guilt and your inner decay with you to Hell where the horrid imaginations of so many gluttons for punishment gave birth to the sickness that has infected the Abyss since the first one of your kind arrived there begging to be punished. And in doing so they transformed the cold and solitude to pain and misery. I’ve spent eons privy to the flames - inhaling the decay - hearing the wail of the damned. I know what affect such horrors have on the delicate psyche of an angelic being!

I'd rather not exist than go back to that.

Y para los que directamente nunca gozaron del privilegio del don de lenguas, pero les ha picado la curiosidad, les ofrezco mi libre interpretación/traducción. De nada:

- Humano, ¿has estado en el Infierno? No creo. ¿Sabías que hubo un tiempo en que el Infierno era simplemente la ausencia de Dios? Y si hubieras estado alguna vez en Su presencia, te darías cuenta de que eso es suficiente castigo. Pero entonces vinieron los de tu especie y lo empeoraron todo.

- Los humanos no son capaces de la centésima parte de maldad a la que llega un demonio-come-mierda como tú.

- ¡¡El Mal es un abstracto!! ¡Es un constructo humano! Pero para ser fiel a su naturaleza irresponsable, el Hombre no se confiesa su diseñador, y por ello culpa de sus oscuras hazañas a los de mi clase. Pero no es suficiente con ensombrecer su propia existencia, no. Transformó el Infierno en un foso de sufrimiento. ¿Y por qué? Porque está más allá de vuestras capacidades la simple recompensa personal por los pecados cometidos. No, preferisteis elegir un psicodrama, y obsesionaros con la falsa creencia de que Dios nunca podría perdonaros por vuestras graves ofensas.

Así que trajisteis vuestra culpa y vuestra podredumbre con vosotros al Infierno, donde la horrísona imaginación de tantos seres ansiosos por recibir castigo dio lugar a la enfermedad que ha infectado el Abismo desde que llegó el primero de los de tu especie, suplicando ser castigado. Y haciéndolo, transformaron el frío y la soledad en dolor y desgracia. Me he pasado eones a merced de las llamas, inhalando la descomposición, escuchando el lamento de los malditos. ¡Sabes el efecto que semejantes horrores tienen en la delicada psique de un ser angelical!

Preferiría no existir antes que volver a eso.



Si a estas alturas me sigue alguien, recompensaré su dedicación explicando el motivo de mi detallada y metódica investigación de lo que, a fin de cuentas, es una simple escena suprimida de una película, por lo demás genial en todos los aspectos, con un sentido del humor cínico, inocente, inteligente y barriobajero que me ha encantado de principio a fin. Resulta que esta escena está basada, en parte, en el discurso que dedica Lucifer al Rey del Sueño, Morfeo, en la indescriptible e imprescindible novela gráfica seriada de Neil Gaiman, The Sandman. En concreto aparece en "Season of Mists" (según un amable comentarista del fragmento del vídeo), publicado en 1991. En efecto, si uno se fija en los créditos finales de Dogma, aparece Neil Gaiman entre los personajes agasajados con los agradecimientos.

Como decía una amiga mía que probablemente esté leyendo esto, empezar algo nuevo es atrayente e interesante; pero terminarlo, cerrar el círculo, es mucho más satisfactorio. Que después de este ciclo cinéfilo aparezca Neil Gaiman, de la misma forma que está presente en mi mesilla de noche a través de Stardust, me reconforta. Y me provoca una sonrisa que durará hasta mi encuentro con el Dador de Forma.