lunes, noviembre 26, 2012

Sombras al amanecer

Mi entrada en el mundo de los blogs se produjo gracias a Harry Potter. Durante la larga espera entre la salida del cuarto y quinto libro, mi adicción a los libros de J.K. Rowling se vió en parte saciada gracias a la adquisición de un nuevo vicio: internet. En ese nuevo mundo que se abrió para mí, descubrí un puñado de gente que se dedicaba a compartir sus neuras, a crear grupos de discusión y a compartir historias basadas en el niño mago. Había entrado en el universo del fanfiction. Y así fue también como acabé en el blog de Akin, pero eso es otra historia y será contada en otro momento.

El mundo de los fanfics es vasto. Prácticamente inabarcable. El truco para no perderse dentro es seleccionar con cautela. Existe fanfiction (= ficción hecha por fans) de casi cualquier libro, serie, película o comic con un cierto número de seguidores. Los fans, sedientos de más, imaginan nuevos desenlaces más a su gusto, o completan huecos en las tramas, o simplemente cogen personajes y escenarios creados por otros y se explayan a su manera. Cualquiera puede escribir una, y por eso la calidad va desde lo vagamente legible hasta obras con pleno derecho a ser publicables por sí mismas. De ahí lo de seleccionar. Por mi afán perfeccionista, las historias que más me atraían eran aquellas que procuraban ser consecuentes con el material oficial, en mi caso los siete libros de Harry Potter. Todo aquello que, en mi opinión, se salía de las conclusiones lógicas que se extraían de una lectura normal, me ponía nerviosa. Con excepciones, claro, si la calidad lo merecía.

El caso es que un día descubrí a un autor que me encandiló. Firmaba como Cas, y publicaba en FictionAlly.org. Que yo sepa sólo publicó tres historias, pero una de ellas es mi preferida: A promise worth keeping. Era prácticamente un libro, con 20 capítulos y casi 200 páginas, que devoré en repetidas ocasiones. La historia ocurre en un universo alternativo, un año antes de que las cartas de Hogwarts comenzaran a llegar al número 4 de Privet Drive. Harry tiene un accidente mágico de desastrosas consecuencias para él mismo. La historia se cuenta desde la perspectiva de tres personajes, dos de ellos viejos amigos que tratan, cada uno a su manera, de proteger al niño, sin saber que al enfrentarse en sus esfuerzos, el verdadero mal acecha en otro lugar.

Tan bueno era, que a veces lamentaba que no lo conociera más gente. Por aquel entonces, tratar de convencer a quienes me rodeaban de que lo leyera en inglés era una tarea destinada al fracaso. Llegué incluso a imprimirlo y encuadernarlo para que mis amigos y familares accedieran al material con mayor facilidad, pero ni por esas. Así que me propuse la absurda meta de traducirlo.

Como era consciente de mis limitaciones, decidí iniciarme en tal empresa con otra historia más corta. Otra de mis preferidas, de un tal Mariner y disponible también en FictionAlley.org: Fall on me. Tres capitulos y una sencilla historia que puede resumirse de la siguiente manera: "Tras catorce años separados, ¿realmente conoce Remus a Sirius? ¿Y Sirius a sí mismo?" Cualquier historia que no acabara en slash con esos dos tenía ganado medio corazoncito conmigo.

Así pues, me puse a ello. Tras todo este tiempo, y como me ocurre con la mayoría de los proyectos que empiezo, aún no he acabado de contarle al mundo esa promesa que vale la pena mantener. Pero sí que acabé la otra. Y ha llegado el momento de compartirla.

En espíritu con el sistema fanfiction, lo publicaré en varias entradas (concretamente, cuatro). Eso son buenas noticias, ¡al menos durante cuatro semanas habrá un post publicado! Si el experimento me gusta (porque ya he decidido renunciar a recibir comentarios), quizá me anime a seguir con la otra historia, y así obligarme a terminarla. Ya veremos...


Y la semana que viene... ¡Hablaremos del gobierno!

lunes, noviembre 05, 2012

Remember, remember

Will y Ben pasean por las afueras de un pueblo inglés, durante una mañana otoñal. Un puñado de chiquillos se afanan a un lado del camino, recogiendo leña para una gran hoguera. Al preguntar a un chaval sobre el pelele que tratan de elevar a lo alto del montículo, éste responde: "Es Guy Fawkes. El que quiso volar el Parlamento. Esta noche lo quemaremos en la hoguera."

Los dos amigos tratan de decidir cuándo se cansarán de una costumbre así, y Will se lanza con unos versos para que no caiga en el olvido:

Remember, remember the fifth of November,
Gunpodwer, treason and plot.

En tanto que Ben completa:

I see no reason why gunpodwer, treason
Should ever be forgot.*

Tras enseñarselo a uno de los chicos, se alejan sonriéndose: "Durará cien años..."





(*) "Recuerda, recuerda el cinco de noviembre, el complot de la pólvora y la confabulación. No existe motivo para olvidar la pólvora y la traición."


Adaptado de un fragmento de La Tormenta, incluído en el volumen del Velatorio, último de la serie Sandman de Neil Gaiman.