martes, mayo 07, 2013

Destrozando infancias 101

Recuerdo la estampa con claridad: J, de cinco años, tumbado en el sofá delante de la tele, el asiento de su hermano L desocupado hace rato, en la pantalla pasan los créditos de Pocahontas, con la músiquita melancólica de fondo. Me giro desde el sofá de al lado para preguntarle qué le ha parecido la película. Y me encuentro a mi hermanito con una cara de pena de las que parten el alma, con los ojos anegados en lágrimas:

- ¿Qué pasa, cariño? ¿No te ha gustado? - pregunto alarmada. Ya se me ha ido la mano con la edad recomendada para ver la película. Seguro que piensa que se va a morir o algo...

- Es que... ¡se va! ¿Por qué se va? ¿No se quieren?

¿Qué le respondo? ¿Que comprenden que son de mundos diferentes? ¿Que vivieron su momento y lo recordarían con cariño en el futuro? 

- Bueno, es que él está muy malito y allí no tienen medicinas, tiene que ir a curarse a su casa, - improviso tratando de sonar razonable, al tiempo que procuro recordar la historia en la que se inspira. ¿Se moría? No, ¿no?

- Pero los dos están tristes, ¿no puede ir ella a cuidarle?

- Hombre, es que ahora es la jefa y tiene que cuidar a su pueblo, - añado, poco convincente. Empiezo a recordar que yo también lloré con esa peli, cual magdalena, por muy realista y sensato que me pareciera todo. - Aunque al final ella sí que va a Europa después, - recuerdo de pronto, - lo que pasa es que al final se casa con otro, y no dura mucho tiempo... Es una historia que pasó de verdad, cielo, las historias de verdad no siempre acaban bien...

Obsérvese como me fui enfangando y estropeando el efecto progresivamente y por duplicado. He destruido los cuentos de hadas y le he deprimido con la triste realidad. La angustia de mi hermano ya era absoluta.

- ¿Pasó de verdad? ¿Y no se casaron?

- Ehm... No, es que... Pasaron muchos años, y... Pero se enamora de otro, que también la quiere mucho y con ése se casa y... No pasa nada, cariño, ¡es sólo una peli!

- ¡Pero me has dicho que pasó de verdad! - los lagrimones de pena profunda caen sin compasión por su carita, y decido dejar de hablar porque no hay arreglo posible, claro. Abrazo infinito y confiar en que el trauma sea leve.

La posterior bronca de mi madre fue totalmente merecida. Tuve que revisar severamente mi criterio para elegir películas más allá del "es de Disney, es de niños".

- Mira, pues ya casi la del Rey León la dejamos para el año que viene... Y la de Bambi nunca.

Qué infancia tuvimos...

2 comentarios:

  1. ¿De Dumbo ya ni hablemos, no? ¿Y de 'El Zorro y el Sabueso' aún menos, no? Joder, que el moderno Disney es una porquería, pero que el antiguo tenía eso. Situación inicial casi infantil, alteración, resolución feliz. Pero a veces la resolución era más triste que el problema central de la historia. Pero me vale, no soy partidario de los FF (Finales Felices).

    Y ya puestos, si Disney hubiera adaptado correctamente La sirenita habríamos tenido motivo para llorar. Y si adaptaban bien 'Aladino y la lámpara mágica', deberían haberse promocionado como industria del porno XD

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  2. Dumbo es una constante tragedia griega: toda la peli es una desgracia detrás de otra! Borrada.

    Y la historia de la sirenita original es mucho más cafre, claro. Pero eso pasa con millones de cuentos adaptados por Disney. No sé si quedarme con el hecho de que ni edulcorando las historias se salvan infancias, o con lo salvajes que eran los padres que contaban semejantes historias a sus hijos en el pasado. Estoy tratando de no pensar en Caperucita Roja...

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