viernes, febrero 22, 2013

Los nadies y los miserables

Pero reflexionen los que no quieren el porvenir; diciendo no al progreso, no es el porvenir lo que condenan sino a sí mismos. Se crean una enfermedad sombría, se inoculan el mal de lo pasado. No hay más que una manera de negarse a ser mañana: morir.
Los Miserables, Victor Hugo

La especie humana ha avanzado mucho a lo largo del tiempo. Ejerciendo su imaginación, progresa sin cesar. Su compasión lo distingue de otros animales que, a diferencia de nosotros, abandonan a los enfermos, los débiles y los niños a su suerte. Los humanos prosperan porque transmiten sus conocimientos a las siguientes generaciones. Aprenden de sus errores para allanar el siguiente paso a dar.

Y también es cierto todo lo contrario.

Olvidamos que sin afianzar los conocimientos de los que llegan nuevos, sin estimular las ideas que esperan a ser descubiertas, no sólo nos quedaremos estancados. Retrocederemos. Y desapareceremos.

La verdadera división humana es ésta: los luminosos y los tenebrosos. [...]
Por eso gritamos: ¡Enseñanza! ¡Ciencia! Aprender a leer es encender el fuego; toda sílaba deletreada brilla.
Los Miserables, Victor Hugo


Mientras leía Los Miserables recordaba a los nadies. Hay en esa novela personajes que atraviesan la vida como los nadies. Sienten y padecen, pero sus historias nunca serán en mayúscula. Existen en las sombras, olvidados de todos, y sin embargo son más reales que la vida misma. Cuando leemos sobre ellos, nos sumergimos en su mundo y los entendemos. Su sufrimiento, su miseria, nos impresionan con la evidencia de un mundo que ignoramos, pero que conocemos bien. Cualquiera de nosotros podría acabar allí, pero el consenso social dicta que les des la espalda y no pienses sobre ellos más de un momento.

Cuando oí por primera vez la poesía Los nadies, hace muchos años, me impactó profundamente. Frases como "Los nadies, los hijos de nadie, los dueños de nada",  se quedaron grabadas para siempre en mi memoria. Eduardo Galeano escribe así: impacta en lo más profundo y te obliga a pensar. A abrir los ojos, y la mente.




Tenemos derecho al delirio. A pensar. A reinventarnos. Sólo tenemos que reclamarlo.

1 comentario:

  1. Listo. Me has convencido de leer ambos libros. Hace un tiempo tengo una idea rondando la cabeza y los fragmentos que mencionas y la idea de "Los nadies" me la han traído a la consciencia.

    Y como soy diligente a la ora de estar en desacuerdo (a una amiga ya le hhe dicho que soy el contraejemplo por excelencia), no creo que el progreso sea real. Mejor dicho, no creo que haya habido un progreso integral, o que el progreso en algunas cosas sea el progreso en general. ¿Avanzamos en los aspectos medicinales y químicos? Sí, pero hemos perdido los conocimientos del mundo vegetal que los antiguos manejaban a la perfección (y ahora nos volvemos al estudio de las propiedades medicinales de la vegetación del Amazonas). ¿Avanzamos en la tecnología y en la comunicación informática? Sí, pero cada día nuestro mundo se parece más al futuro escrito por Ray Bradbury en cuentos como El asesino o El peatón (y añoramos las épocas en que corríamos toda la tarde hasta el ocaso, en que podíamos sentarnos en la sala a conversar, o a leernos, o a estar en un agradable silencio). Todo progreso tiene un costo. Mientras debamos pagarlo, el progreso no será integral.

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