Desde la ventana de mi despacho tengo una vista espectacular cada atardecer.
Para que te hagas una idea, parece que las nubes estan siendo absorbidas hacia el sol, como si las arrastrara tirando de hilos invisibles. Y cuanto más cerca de éste, más naranja-marte se vuelve todo.
Cuando finalmente el sol desaparece, tiñendo de malva el horizonte, las nubes quedan en suspenso, como enormes garras clamando al cielo por el tesoro arrebatado. Y, lentamente, se disuelven, difuminadas por la oscuridad que se extiende desde el este.
Ohhh...
ResponderEliminarImagino, entonces, que es un agrado terminar los días de trabajo. No por que termina la jornada, si no que por la vista.
ResponderEliminarHermoso.
Saludos :)
wowowowow Cómo mola tu despacho!!!
ResponderEliminarGracias, little beauties. Es que descansar la vista es fundamental en mi trabajo.
ResponderEliminar