Dollhouse es una casa de muñecas, puesta al día en la era tecnológica, donde las 'muñecas' no son otra cosa que personas. La tecnología entra en juego a través del borrado de memoria que sufren las 'muñecas' o activos, después de completar cada misión para la que fueron contratados. Son gente joven, guapa, en forma, y se les 'programa' para hacer realidad cualquier deseo de quien tenga el dinero suficiente para pagar sus servicios. Cualquier cosa, dentro de unos márgenes de riesgo. Por supuesto la existencia de esta Casa de Muñecas o Dollhouse está relegada al mundo de las leyendas urbanas. Ningún gobierno u organismo público la reconoce, y sin embargo... el rumor persiste.
Éste es el punto de partida de uno de los 12 episodios (13 en el DVD) que forman la primera temporada de la última serie de Whedon. Entrelazadas con escenas del curso normal de acontecimientos en la rutina de Dollhouse, se nos muestran las opiniones de gente de la calle. En estas entrevistas se puede oir de todo: desde gente que cree en su existencia con fe ciega ("Están ahí y nos observan. Como los helicópteros negros..."), a los que ven en ella una vía de escape natural a las ansias de esclavismo del ser humano (nunca adivinaríais el color de piel de quien hizo esta afirmación). Pero sin duda lo más llamativo es la reacción de la gente ante el juego del ¿Y si...? Mientras hay quien lo condena con vehemencia, surgen voces que expresan un gran interés en un estilo de vida en el que se puede hacer "cualquier cosa" y vivir sin las consecuencias de ello. Es curioso cómo se ofrecen versiones de gente que no sólo le gustaría ser consumidor, sino consumido. Por no mencionar el racional discurso de un académico hacia el final del episodio. No me resisto a reproducirlo literal (o en libre traducción) a continuación:
Olvida la moral. Imagina que es cierto. Imagina que se usa esta tecnología. Ahora imagina que la usan contigo. Todo en lo que creías, se desvanece. Todos a los que querías, extraños. Puede que enemigos. Cada parte de ti que te hace ser algo más que un cúmulo de neuronas andante, borrado al antojo de otra persona. Si esa tecnología existiera... Se usaría. Se abusaría de ella. A nivel global. Y estaríamos acabados. Como especies. Dejaríamos de importar. No sé, quizá deberíamos."Man in the street"
DOLLHOUSE
Escalofriante. Mal que nos pese, la verdad que encierran estas palabras es incontestable. Perlas como esta y muchas más se pueden encontrar en esta obra whedoniana. Y pensad que esto es sólo una pequeña parte del episodio, el resto es aún mejor.
Estad atentos a la segunda temporada. Será imprescindible.
¡Ya era hora de que aparecieras, ¿no te da vergüenza? :P Te hemos echado de menos :(
ResponderEliminarGracias, pequeña cosa malignosa. Las vacaciones se ceban en mi yo-virtual, mil perdones! Ahora tengo que leer una enormidad, claro...
ResponderEliminarYa había oído hablar de ella, pero es la primera reseña que leo. No tiene mala pinta. Además es Whedon, que coño.
ResponderEliminarLa pongo en la lista de peticiones para cuando me termine perdidos...
100% recomendable. Ya me bajé el último capítulo, pero estoy esperando a vermelo con propiedad. Ya sabes con dos velitas y un bol de palomitas y después tres oraciones de gracias al gran Whedon, hacedor de grandes personajes.
ResponderEliminar... Igual me he pasado un poco...
Sois un atajo de frikis. :-p
ResponderEliminarYa tengo ganas de ver qué ha hecho este hombre después de "Firefly".
Queridos Blanco Humano y Gárgamel: deberíais aprender a confiar más en mis recomendaciones frikis, sobre todo si vienen avaladas por Whedon.
ResponderEliminarIsa, dime que ya lo has visto (¿y el piloto que no emitió?). Llámame, que tenemos que elucubrar antes de que empiece la segunda temporada!