No pertenezco aquí ni allí. Fuera de lugar. Sin regresar, por no haber salido. Sin estar, por seguir en camino.
Cambio. Es algo más que un corte de pelo. Más que cerrar los ojos en una casa y abrirlos en otra.
Para viajar, no sólo basta el cuerpo. La mente, el espíritu, ha de permanecer todo unido. Recupera todas tus partículas, la teletransportación deja secuelas.
Sólo es sábado por la noche, pero por mí el mundo podría acabarse ahí fuera.
A veces, en épocas de transición, una intenta desmantelarse aquí para reconstruirse allí de forma idéntica, creyendo que sólo cambiará de lugar, que simplemente estará más cerca de dónde quiere estar. Pero el cambio modifica a la fuerza el estado de cada una de sus partículas que, a la vez, siguen inexplicablemente atadas a las que eran antes de dar el salto. Y, aunque varíe el entorno, permanece la sensación de no pertenencia a ningún lugar. Por suerte, es precisamente el tránsito el que nos protege de la indolencia y convierte ese no-lugar en un refugio sin límites donde es posible reunir por fin, átomo a átomo, todo aquello que una era con todo aquello que espera llegar a ser.
ResponderEliminar¡Bienvenida al desarraigo!
ResponderEliminar¿Te has quedado jugando con los juguetes?
Violeta
pequeña saltamontes!!! El proceso de "teletransportarse" tiene ese pequeñísimo detalle...una porción de las partículas se pierde en el camino, y el resultado final parece completo...pero no lo es...
ResponderEliminarA la final, personalmente me di cuenta que esa perdida de partículas..me aligeraba bastante y terminaba siendo un proceso de expiación de los pecados....quedando renovada y con la piel nueva reluciente al sol...
En todo caso -como dice Violeta- Bienvenida al desarraigo, coja palco y disfrute de no ser de allí pero tampoco de aquí :-P
Bienvenida a esos momentos tan trascendentales...dame la mano e intentaré guiarte. :-***
ResponderEliminarCasi todo el mundo ha sido un desarraigado en algun momento de la vida, o almenos es algo frecuente entre la gente de nuestra edad... Por mi propia experiencia te diria que las secuelas de la teletransportacion no se curan nunca, porque cuando vuelves al origen algo ha cambiado en tu interior que ya no te deja volver al mismo punto de antes... pero eso no tiene porque ser malo... yo personalmente he aprendido a disfrutarlo, ademas que esta genial tener amigos en un monton de sitios distintos!!
ResponderEliminarSilvia
>>Sólo es sábado por la noche, pero por mí el mundo podría acabarse ahí fuera.
ResponderEliminarPerfecto.
Niñas... sois un amor. Gracias, en serio, me habéis arrancado una sonrisa :)
ResponderEliminar[Sí, incluso tú, Jez, que compartes mi retorcido sentido del humor.]