sábado, septiembre 02, 2006

¿Y si...?

Metro de Madrid, 11 de la noche de un viernes, el tráfico habitual de gente. Entro al vagón y me siento. Enfrente, un hombre me mira fijamente, se levanta, se asoma a la puerta y vuelve a sentarse, esta vez a mi lado. La treta es poco original, de modo que opto por ignorarle. Mi mirada encuentra algo increíblemente interesante en la otra punta del vagón, y de paso, mi nariz encuentra también un aire más respirable que el hedor que emana del hombre.

- Oye.

No respondo. "Quizás si no le hago caso, se aburra y trate de entretenerse con otra cosa. Quizás sólo está borracho, o es un loco infensivo."

- Oye, tú, chica... ¡eh!... sé que me estás oyendo, no importa que no me mires, zorra... ¡eh!, zorra, oye...

Mi mirada se queda petrificada en un cartel informativo, y noto la lengua pegada al paladar. Mi mente borra una tras otra las barbaridades que farfulla aquel hombre, mientras una parálisis total se adueña de mi cuerpo. Medio atontada, busco frenética entre mis compañeros de vagón alguna reacción por su parte que me sirva de vía de escape. Nadie parece notar nada raro. Cada persona está inmersa en sus propios asuntos. Todo es perfectamente normal, exceptuando el silencio tenso que me oprime el pecho.

Una mano en mi muslo me devuelve la energía necesaria para levantarme de un salto y cambiarme de asiento; allí estaré a salvo. Mientras recupero la respiración, busco de nuevo a mi alrededor: al menos habrá una cara culpable, algo... Pero no, nada, lo mismo podría haber estado sola en el vagón.

Cuando por fin llega el momento de bajarme, trato de alejar el pensamiento que se me anuda en la garganta. ¿Y si ese hombre se bajara y me siguiera? ¿Volvería a estar rodeada de gente de cartón-piedra?



Espero no tener que comprobarlo nunca.

4 comentarios:

  1. Este Madrid es a veces como estar en una pesadilla. Amarga realidad.

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  2. De verdad te pasó eso? Qué miedito! Por cierto, te echábamos de menos. Qué tal el verano? Me lo cuentas esta noche?

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  3. Vaya miedito, si... y que tipo mas asqueroso. Espero que os lo pasarais bien en la despedida de Javi y Teresa, por aquí todo genial, aunque llueve... ayer nos paró la policía alemana por no ir a ochenta en una carretera infinitamente recta, pero de ochenta, pero no paso nada, ni nos multaron ni nada. Pero fue tenso. Nos vemos en tres semanas!

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  4. Alégrome de que estés bien, porque aunque no pasa de ser una mera ancécdota (o no debería pasar de ahí) siempre reconforta saber que sigues siendo fuerte, en todos los sentidos.

    Y ahora demos rienda suelta a la ira, al odio y al miedo, lo que nos lleva, irremediablemente, al lado oscuro, ese lado oscuro donde ajusticiar a los cobardes de corazón, los falsos valerosos y a quien ose mancillar el honor de una dama.

    Pues cada hombre tiene un destino y yo me encargaré de que se encuentren rápidamente con él.

    El vengador.

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La ortografía y la gramática son amigas mías. Si las pisoteas, la censura caerá sobre ti. Avisado quedas.

Por lo demás, cuenta lo que te plazca. Despacito y con buena letra.