El ave despliega sus alas y, sin apenas impulso, se lanza al vacío desde el muro. Pero las corrientes de aire no le mantienen en vuelo. A toda velocidad, un borrón oscuro, cae hacia el suelo.
Es duro ser la sombra de un pájaro, oculta y apartada de la ansiada libertad.
Todo llega para quien sabe esperar. Paciencia y suerte. El vuelo merece la pena, créeme.
ResponderEliminarMalala
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