martes, marzo 24, 2009

El hábito no hace al monje

Siempre me hace mucha gracia ver el comportamiento de ciertos 'colectivos'. Los góticos paseando por el Retiro los fines de semana soleados. Esos chavales que van con sus rastas, sus pantalones caídos, cuidadosamente desarrapados, mochila montañera al hombro, repletos de piercings... y el último modelo del iPod en el bolsillo. Tú sí que eres antisistema, tío. Ésa es la revolución que se espera de ti. Luego ponte a colgar pancartas, haz pintadas en las fachadas públicas, ve a manifestaciones y grita consignas que no entiendes.

En fin, que me hacen gracia estos jóvenes, desorientados por modas y corrientes de pensamiento que apenas consiguen aprehender y a continuación han cambiado de rumbo y están fuera de onda y otra vez vuelta a empezar. Todo esto tiene sentido mientras buscan construirse una personalidad, se hacen un hueco en el mundo, se reubican y readaptan mientras las hormonas de la adolescencia les aporrean el organismo. Pero continuar haciendo lo mismo al llegar a la universidad deja de tener la excusa biológica. Seguimos alargando el momento de la madurez mental: a los 25, a los 30, a los 35... Y seguimos viviendo en el patio del colegio: riñas, envidias, celos, rabietas, estupidez colectiva y aletargante. Qué cómodo es esto. Vivir sin pensar, escudado en tu 'colectivo' particular, que hoy es éste, pero mañana es cualquier otro, que total no hay tanta diferencia. Y duerme en casa de tus padres los fines de semana, mientras abandonas en tu coche deportivo la facultad que okupabas de lunes a viernes.

Antes me consolaba pensando que esto se cura cuando sales del ambiente universitario (y encuentras un "trabajo de verdad", claro), pero la investigación está intrínsecamente ligada a ésta y no hay salvación para mí: viviré en la guardería eternamente si no quiero jugar a la política y a la economía. O ni siquiera entonces, probablemente. Valientes Casas del Saber son las universidades. Moldeamos las mentes de los montruos que nos devorarán mañana. El futuro a veces parece aterrador.

jueves, marzo 12, 2009

All the people in the street: I hate you all!

Que no lo digo yo: lo dice una canción. Cuando una amiga me pasó la canción y me la describió como buenrrollista y relajante, me la quedé mirando fijamente. El título era "I hate you all" (os odio a todos), de Get Set Go. Pero como no quería desconfiar de su cordura, le di una oportunidad y la escuché. Pues resulta que tenía razón. Si no me creéis, dadle al play.


Me voy a unir a una plataforma pro-Bolonia. Sólo por molestar a los huelguistas y demás entes de malvivir que pululan por la universidad estos días. En especial a los que me han impedido el paso esta mañana a primera hora, cuando trataba de llegar a una reunión con mi jefe.
Soy una nazi en este aspecto: mataría a todos los piquetes del mundo. No, no tienen ningún derecho a decirme lo que tengo que hacer, y menos a obligarme a pensar y actuar como ellos. Y sí, también lo pensaba cuando era estudiante: si no estoy haciendo huelga tendré un buen motivo, panda de capullos. Motivo que además no os incumbe. O puede que ni siquiera lo tenga, y simplemente pase de todo. Es mi problema. Así que dejadme en paz.

Hoy los habría matado a todos. Con mis propias manos. Lo de quemar una papelera ya ha sido la última gracieta: aún me estoy riendo por haber tenido que dar la vuelta a medio campus para llegar mi despacho gracias a que habían cortado el paso por el lugar habitual con esta estrategia. Porque de las pancartas ya estoy hasta la coronilla. De esquivarlas mientras ando por la facultad, ya que son inmensas y cuelgan a un metro del suelo; de atravesarlas (literalmente) cuando tengo que entrar al edificio; de leerlas con los mismos mensajes panfletarios y absurdos de cada año. ¿Cuánto tiempo llevamos con esto? Llevo escuchando lo mismo desde hace seis o siete años...
Y eso que hoy había una pintada (me estoy mordiendo la lengua... malditos vándalos) con la que me he descojonado:

"La facultad no se autogestiona sola.
¿A nadie más le parece una contradicción en los mismos términos?
¡Vente a dormir!"
Ahá, ahora sí que te has explicado claro. Es una solución perfectamente obvia a la frase precedente.

Hay quien tiene trolles oligofrénicos, a mí me han tocado okupas oligofrénicos.

miércoles, marzo 11, 2009

Lucha por su vida... y nadie lo sabe

Trasteando por ahí he encontrado el siguiente vídeo en los comentarios. La musiquita es happy y el montaje de las imágenes me parece de lo más original.

Que lo disfrutéis :)