domingo, octubre 21, 2007

Una piel y muchas vidas

Gente con números sobre sus cabezas. Números en color rojo marcador, continuamente cambiando, con cada segundo. Muestran los segundos de una vida. Una cuenta atrás. Imágenes fragmentadas de lo que probablemente sea un videoclip... que enlazaré por aquí en cuanto lo recuerde*.

Gente con burbujas que les rodean. Es su espacio vital. Las personas se sienten incómodas en los ascensores porque las burbujas les oprimen sin misericordia. Esta imagen es suma de muchas fuentes, algunas serán tiras cómicas, casi imposibles de recuperar; otras simples charlas de algún psicoanalista al azar.

En la última imagen, hay gente con otro tipo de atrezzo. Membranas extensibles. Algunas veces engloban a otras personas en ellas, otras rodean incluso edificios o lugares enteros. Las menos, captan momentos. Aunque también las hay como una segunda piel, y estas sólo contienen a su creador. Se trata del ambiente. "Estoy en mi ambiente" cuando no me preocupo de hasta dónde llegan los límites de mi capa protectora. Y "no estoy en mi ambiente" o "estoy fuera de él" cuando la membrana se desploma y se vuelve mi escudo frente al mundo, sólo que para el mundo no sirve un escudo, sino una armadura completa. Así que de nada sirve si no es recipiente de más de uno. Cuando es la vasija que guarda y aguarda vidas, entonces es cuando se vuelve transparente. Casi desaparece. Pero no lo hace porque es la que nos permite sonreír, tirando de las cuerdas que estiran nuestra sonrisa cada día. Nos hace responder que estamos bien cuando nos preguntan '¿Qué tal?'

Estoy probando a correr en contra del viento, para ver si se estira como una cometa y se abre para abrigar al mundo que me rodea, tan nuevo y... diferente. ¿Que cómo va mi experimento? Pues tengo que correr más rápido.



*Actualización 15/11/07: ¡lo encontré! Es el videoclip de la canción "Savin' me", de Nickleback, puede que el enlace a Youtube se pierda por motivos legales, pero Google nunca falla ;)

jueves, octubre 18, 2007

Joss Whedon is my Master now

Entre unas cosas y otras, tengo esto francamente abandonado. Pero las ideas me asaltan y ya no puedo esquivarlas, así que trataré de hacerlas salir de mi cabeza de la forma más civilizada posible.

Hoy me he dado cuenta de un error terrible: nunca he hablado aquí de Firefly. ¿Cómo voy a captar adeptos para una buena causa si no hay una nota aclaratoria como introducción? Espera un minuto. No es posible. ¿Nunca habéis oído hablar de esta serie? ¡Pero si es de Joss Whedon! De ese tampoco. Ehm... Bueno, el de las series Buffy cazavampiros y Angel... No, a mí los vampiros y tal no me entusiasman demasiado. Es igual. Si hasta hicieron una peli hace un par de años, Serenity. Ya, comprendo, no se puede estar en todo, claro.

Firefly es La Serie. La mejor serie de ciencia-ficción de todos los tiempos. Y la prueba irrefutable es que la cancelaron en televisión, como hacen con todas las grandes series, tras desesperar a sus seguidores con cambios de horario dantescos. Seguro que esta situación os es familiar. Lo cierto es que, una vez cancelada la serie por los alegres chicos de la Fox, arrasó en formato DVD. Los mayores fans de la serie, autoproclamados Browncoats, mantuvieron viva la llama y sus esfuerzos se vieron recompensados por el estreno de la película (con un comic-book de enlace entre la primera temporada y la peli en sí). Y ahora, embriagados por el éxito, reclaman una segunda temporada. ¿Quién soy yo para negarles el capricho?

Me encantaría poder contagiaros de mi entusiasmo, con una bella disertación acerca de las maravillosas perlas de las que está repleta Firefly. Embrujaros con una descripción del envidiable reparto, más familia que grupo de actores. Deslumbraros a través de mis palabras con los increíbles efectos especiales. Dejaros boquiabiertos con los giros e impagables diálogos del argumento. (¡Joss Whedon, te queremos!)

El caso es que no lo haré. Yo caí en la tentación gracias a Pjorge, y lo que en su momento leí, no puede compararse con las delicias que paladeé viendo la propia serie. Dado que, obviamente, nunca llegó a España, comprarse la versión oficial ahora mismo no tendría ningún sentido. Ya lo haréis luego, creedme. De momento, seguro que algún simpático poseedor de una carpeta compartida vía p2p os puede ayudar a verla con subtítulos. Va, no seáis vagos, que tampoco es tan terrible. De verdad que compensa. Luego la película sí que la tenéis doblada. Pero para entonces ya no querréis verla así, sino que la exigiréis en V.O. Cuando acabéis con el proceso y os hayáis convertido, venir a contarme vuestra experiencia. El placer en compañía se difruta el doble.